¿Por qué es importante poner límites?
Porque así les enseñamos a los/as niños/as que no somos omnipotentes antes todo, les enseñamos a tolerar cuando nos equivocamos o cuando las cosas no nos salen como esperábamos, les enseñamos a tener paciencia cuando estamos aprendiendo, a no frustrarnos luego de un primer intento fallido, les enseñamos a respetar al otro cuando también lo queremos.
¿Cómo lo hacemos?
Siendo que cada niño/a es distinto, cada familia, cada situación… Entonces ¿podemos pensar algunos puntos en común?
Tengamos en cuenta que cuando ponemos un castigo a nuestro/a hijo/a y éste/a ni se preocupa por esto, como si sus días fueran igual con esto o no, aquí no está funcionando el límite, ya que no se ha planteado nada que sea importante para el/la niño/a.
Pero hay algo que siempre es importante para nuestros/as hijos/as y eso es nuestro cariño. Por eso mostrarnos afectados por lo que ha pasado es una manera de poner límites. Mostrarnos afectados puede hacerse simplemente hablando, utilizando las palabras que lo expresan claramente:”estoy triste por lo que pasó”, “estoy muy enojado por lo que hiciste”. Gritar solo suma miedo al niño/a, ser firmes y claros, sin tono cariñoso demuestra firmeza.