El Acompañamiento Terapéutico. Experiencias en Buenos Aires, 2008/9.
This paper seeks to introduce the device up Therapeutic Accompaniment, since its implementation in patients with conditions such as schizophrenia paranoid disorder and schizophrenia, in the City of Buenos Aires during the period 2008/2009.
Concia, María Victoria; García, Pedro Manuel
Resumen
El Acompañamiento Terapéutico. Experiencias en Buenos Aires, 2008/9.
Palabras clave: Acompañamiento Terapéutico
El presente trabajo busca introducir al dispositivo de Acompañamiento Terapéutico, a partir de su puesta en práctica con pacientes con patologías como trastorno esquizo-paranoide y esquizofrenia, en la Ciudad de Buenos Aires, durante el periodo 2008/2009.
Se reseñará una breve genealogía del dispositivo y se presentarán los aportes teóricos- metodológicos de autores argentinos sobre el tema.
Luego, tiene por fin, dar cuenta de experiencias recogidas, como de las posibilidades que brinda este dispositivo, en tanto, alternativa terapéutica a las prácticas clásicas de encierro.
Abstract
The Therapeutic Accompaniment. Experiences in Buenos Aires, 2008/9.
Keywords: Therapeutic Accompaniment
This paper seeks to introduce the device up Therapeutic Accompaniment, since its implementation in patients with conditions such as schizophrenia paranoid disorder and schizophrenia, in the City of Buenos Aires during the period 2008/2009.
Be given a brief genealogy of the device and present the theoretical and methodological Argentine author on the subject.
Then, it seeks to give account of experience, and of the possibilities offered by this device, meanwhile, therapeutic alternative to the traditional practices of confinement.
Introducción
Este trabajo propone presentar al dispositivo de Acompañamiento Terapéutico (AT) como una herramienta terapéutica, de ejecutable puesta en práctica, desde una mirada desmanicomializadora y comunitaria. Son la base del trabajo las experiencias con pacientes jóvenes y adultos con patologías como trastorno esquizo-paranoide y esquizofrenia, en la Ciudad de Buenos Aires, durante el 2008/2009. Además, propone elucidar los aportes teóricos - metodológicos de autores argentinos sobre el tema como Kuras de Mauer, Susana; Rossi, Gustavo; Kalina, Eduardo.
Breve genealogía
En la Argentina , el AT, surge a principios de 1970. El Dr. Eduardo Kalina utilizó el papel del amigo calificado, para el cuidado de pacientes durante salidas transitorias, en casos de adicción. (Kuras de Mauer, 1985, 2003)
Luego se cambió a la denominación actual, delimitándose tanto el rol, como la función. Esto fue simultáneo a la creación de cursos y materias específicas para la formación del AT y la fundación de una institución que los representa (AATRA), la cual, tiene como objetivo fomentar, organizar y coordinar actividades científicas vinculadas al Acompañamiento Terapéutico en la Argentina.
Experiencias
A lo largo de nuestra práctica fuimos experimentando, las posibilidades que este dispositivo pone en marcha, sus potencialidades como salidas al encierro y a la vulnerabilidad social. Ejemplos de ello son las actividades que realizamos con nuestros pacientes como: hacer compras, utilizar los medios de trasporte públicos, relacionarse con desconocidos, enfrentar situaciones adversas, tomar decisiones, compartir sentimientos y llevar a cabo actividades prefijadas como también otras que se definen sobre el momento. Estar acompañados les da la posibilidad a los pacientes, de efectuar acciones de la vida cotidiana, que no podrían realizar solos.
Consideramos que el acompañante participa andamiando al paciente en la interacción con otras personas y objetos de su cultura. De este modo, el AT dispone a que los pacientes experimenten el contacto con las ocupaciones diarias, tanto personales, como familiares y sociales.
Acompañarlos en el encuentro con la familia, apoyar y reforzar esos vínculos, a veces desgastados y olvidados. Acompañar para acceder a la atención médica básica, como tener anteojos, prótesis dentaria, análisis clínicos. Además de trámites para el acceso a derechos civiles, a artículos de higiene personal o aquello que se anhela tener.
El trabajo de acompañante propone, como plantea Marcelo Percia, hacer experiencia del no control (Percia, 2004), disponer a la autonomía de los sujetos con los que se trabaja. Teniendo en cuenta que la autonomía no es un atributo que pueda ser pensado de forma universal, el AT trabaja potenciando a los pacientes para que consigan distintos grados de autonomía, según sus posibilidades lo permitan y con el fin de que se acerquen a la posición más autónoma posible.
Metodología del AT
Los encuentros acompañado-acompañante varían en su duración diaria y frecuencia, según cada caso. Suelen ser encuentros de cinco horas reloj, con una frecuencia de dos a cuatro veces por semana.
Durante el AT se despliega un espacio que potencia el compartir, escuchar, observar, frenar impulsos, contener, estimular, potenciar la capacidad creativa y lúdica, informar sobre el mundo objetivo, representar al terapeuta, actuar como agente socializador, servir como agente catalizador de las relaciones familiares y auxiliar al paciente en la realización de diferentes actividades, que forman parte de las vicisitudes de la vida cotidiana (Kuras de Mauer, 1985, 2003; Rossi, 2004).
El espacio del AT se construye según características propias de la relación bipersonal, entre el acompañado y el acompañante, siendo la misma, siempre, singular.
El dispositivo implica un trabajo interdisciplinario, en equipo y en permanente supervisión. Durante su práctica, posibilita la invención constante de nuevos modos de trabajo, que se conjugan con la respuesta necesaria a la diversidad de situaciones que acontecen durante su desarrollo.
Conclusiones
El AT es un dispositivo que se agrega a los existentes, dado que, no reemplaza ni a la psicoterapia ni a la psiquiatría; sino que se suma a éstos. Y los requiere para su realización en grupos de trabajo.
El AT tiene por fin desplegar un espacio que potencie lo singular de cada acompañado, como sus potenciales de salud y sus vínculos con los otros. Esto mediatizado por el andamiaje del acompañante que está presente ante la necesidad del otro.
Consideramos que la lógica de este dispositivo se escapa al encierro, la soledad, el aislamiento, la incomunicación y la escasa presencia de otro, por eso está en tensión con la lógica manicomial, ya que, dispone a la construcción de un sujeto autónomo.
Bibliografía
· Kuras de Mauer, Susana; Resnizky, Silvia. Acompañantes terapéuticos y pacientes psicóticos. Manual introductorio a una estrategia clínica. Trieb. Buenos Aires, 1985.
· Kuras de Mauer, Susana; Resnizky, Silvia. Acompañantes terapéuticos. actualización teórico-clínica. Letra viva. Buenos Aires, 2003
· Percia, Marcelo. Deliberar las psicosis. Lugar Editorial. Buenos Aires.2004
· Pulice, Gabriel; Rossi, Gustavo, Acompañamiento terapéutico. “Aproximaciones a su conceptualización: presentación de material clínico. Editorial Xavier Bóveda. Buenos Aires, 1994.